Los extranjeros invirtieron 4.748 millones de euros en la compra de inmuebles en España en 2011, un 27 % más que el año anterior.
La inversión extranjera en inmuebles españoles, que se ha incrementado por segundo año consecutivo, no rebasaba los 4.000 millones de euros desde hace tres años ni experimentaba una subida tan fuerte desde el "boom" del sector inmobiliario.
Con este repunte, el desembolso realizado por los extranjeros en viviendas ubicadas en España cerró el pasado año en niveles similares a los que se registraban en 2006, cuando la inversión se situó en 4.716 millones de euros.
Sin embargo, y a pesar de que el dinero que destinaron los extranjeros en inmuebles españoles superó con creces en 2011 al que se contabilizó tanto en 2009 como en 2010, esta cantidad se mantiene aún lejos de las cifras que alcanzaba en 2007 o en 2008, cuando superaba los 5.300 millones.
Sin embargo, y a pesar de que el dinero que destinaron los extranjeros en inmuebles españoles superó con creces en 2011 al que se contabilizó tanto en 2009 como en 2010, esta cantidad se mantiene aún lejos de las cifras que alcanzaba en 2007 o en 2008, cuando superaba los 5.300 millones.
El incremento de los fondos destinados por los ciudadanos extranjeros a la adquisición de viviendas en nuestro país contrasta con el retroceso que experimentaron las inversiones de los españoles en inmuebles fuera de nuestras fronteras durante 2011, cuando la cantidad desembolsada fue un 81 % menor a que se registraba en los niveles máximos de 2007.
El pasado año los españoles invirtieron 618 millones en activos inmobiliarios fuera de su país, lo que representa una caída del 23,4 % con respecto a los 807 millones de un año anterior.
Al contrario que la inversión extranjera en España, la española en el exterior se ha ido reduciendo significativamente desde los años de esplendor del sector inmobiliario, cuando llegó a superar incluso los 3.000 millones de euros.
Entre los factores que han podido influir en el retroceso de la inversión española destacan las restricciones crediticias así como la menor renta de los españoles y la tasa de paro, que en 2011 se situó en el 22,85 % de la población activa, un ejercicio en el que se superaron por primera vez los 5 millones de desempleados, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Para mejorar la visión del mercado inmobiliario español, el Gobierno anterior puso en marcha el pasado año un "road show" por distintos países a fin de captar el interés de los inversores internacionales.
Atraer el interés de los inversores extranjeros en el sector inmobiliario español también es un objetivo para el presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), José Manuel Galindo, quien recientemente presentó a las distintas administraciones un paquete de medidas para potenciar la venta de viviendas turísticas, unas 250.000, a fin de reducir el "stock".
De lograr venderse estas viviendas, que representan un tercio del exce
dente, Galindo indicó que se podrían obtener 50.000 millones. Una cantidad similar a los recursos que tiene que provisionar la banca o a los nuevos requerimientos de capital que precisaría si se produce un deterioro aún mayor de los activos inmobiliarios.
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